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Cuando pensamos en Lisboa, imaginamos sus tranvías amarillos, sus colinas con vistas al Tajo y su mezcla perfecta de tradición y modernidad. Pero más allá de la capital portuguesa, hay todo un mundo por descubrir a pocos kilómetros que combina costa, naturaleza, historia y gastronomía. Si estás planeando una escapada a Lisboa, te recomendamos reservar un coche de alquiler y lanzarte a explorar sus alrededores a tu ritmo. En Record go, te lo ponemos fácil con nuestra delegación de alquiler de coches en el Aeropuerto de Lisboa, donde podrás recoger tu coche nada más aterrizar. ¿Y qué te espera a menos de dos horas de la ciudad? Castillos que parecen sacados de un cuento, pueblos pesqueros con encanto, playas salvajes y rutas panorámicas. Aquí te dejamos una lista con 10 ciudades y pueblos imprescindibles en los alrededores de Lisboa, para que te enamores aún más de Portugal.
Ruta en coche por 10 pueblos con encanto de Lisboa
Sintra: un cuento entre montañas y palacios
A tan solo 30 km de Lisboa, Sintra es uno de los destinos más mágicos de Portugal. Declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, esta ciudad está repleta de palacios de colores, jardines románticos y una atmósfera que parece sacada de un libro de fantasía. No puedes perderte el Palacio da Pena, con su mezcla de estilos arquitectónicos y sus vistas sobre la Sierra de Sintra. También son imprescindibles la Quinta da Regaleira, con su famoso pozo iniciático, y el Castelo dos Mouros. Llegar a Sintra en coche te permite además explorar sus alrededores, como el Convento dos Capuchos o los miradores escondidos en plena sierra.
Cascais: elegancia junto al mar
A unos 35 minutos en coche de Lisboa, Cascais es una joya costera conocida por su ambiente elegante, sus playas y su paseo marítimo. Fue residencia veraniega de la nobleza portuguesa, y aún conserva ese aire señorial que la hace tan especial. Recorre su casco antiguo, visita el puerto, y no te pierdas la Boca do Inferno, una formación rocosa donde el mar ruge con fuerza. Si te apetece playa, tienes opciones para todos los gustos: desde la tranquila Praia da Conceição hasta la salvaje Praia do Guincho, ideal para los amantes del surf.
Estoril: glamour de otra época
Muy cerca de Cascais se encuentra Estoril, otro destino costero que respira historia y sofisticación. Famoso por su casino (uno de los más grandes de Europa), Estoril fue refugio de espías y aristócratas durante la Segunda Guerra Mundial. Además de visitar el Casino de Estoril, te recomendamos pasear por el Passeio Marítimo que une Estoril con Cascais, disfrutar de un café con vistas en alguno de sus elegantes bares, o relajarte en la Praia de Tamariz. Es ideal para una escapada de día si te apetece un ambiente más tranquilo y exclusivo.
Óbidos: un viaje en el tiempo
Óbidos es una de esas joyas que enamoran a primera vista. Este pueblo medieval amurallado, a unos 85 km de Lisboa, parece detenido en el tiempo. Sus calles empedradas, casas encaladas con detalles en azul y amarillo, y su castillo medieval lo convierten en uno de los destinos más pintorescos del país. Una de las experiencias más populares es recorrer las murallas y contemplar las vistas de los alrededores. No te vayas sin probar la famosa ginjinha (licor de guindas) servida en vasitos de chocolate. Además, si viajas en ciertas épocas del año, puedes disfrutar de eventos como el Mercado Medieval o el Festival Internacional del Chocolate.
Azenhas do Mar: un balcón sobre el Atlántico
Este pequeño pueblo costero es uno de los secretos mejor guardados cerca de Sintra. Azenhas do Mar se asienta sobre un acantilado y ofrece una de las panorámicas más impresionantes del litoral portugués. A solo 45 minutos en coche de Lisboa, es ideal para una escapada al atardecer. Sus casas blancas parecen desafiar la gravedad al borde del acantilado, y su piscina oceánica natural es perfecta para un baño con vistas. Hay varios restaurantes con terrazas panorámicas donde puedes degustar pescado fresco y mariscos con una copa de vino verde.
Mafra: barroco y naturaleza
A unos 40 km al norte de Lisboa, Mafra destaca por su imponente Palacio Nacional, una joya del barroco portugués. Este complejo monumental incluye una basílica, un convento y una de las bibliotecas más bonitas del país. Después de la visita cultural, puedes acercarte al Tapada Nacional de Mafra, una antigua reserva de caza real convertida en parque natural, donde es posible hacer senderismo, observar ciervos y jabalíes, o simplemente disfrutar de un picnic bajo los árboles.
Sesimbra: entre castillos y acantilados
Situada al sur de Lisboa, a menos de una hora en coche, Sesimbra es un destino perfecto para los amantes del mar y la naturaleza. Este antiguo pueblo pesquero ofrece una combinación de playas protegidas, paisajes escarpados y un castillo medieval que domina la bahía. La Praia do Ouro y la Praia da California son ideales para un día de sol, mientras que los más aventureros pueden explorar el Parque Natural de Arrábida, muy cercano, con sus rutas panorámicas, cuevas marinas y miradores espectaculares. Y cómo no, aquí se come uno de los mejores pescados a la brasa del país.
Queluz: el Versalles portugués
A solo 15 km de Lisboa, Queluz es ideal para una visita de medio día. Su Palacio Nacional es conocido como el “Versalles portugués” por sus jardines geométricos, fuentes decorativas y arquitectura rococó. Fue residencia de la familia real en el siglo XVIII y aún conserva su esplendor. Además del interior palaciego, merece la pena pasear por los jardines y descubrir pequeños rincones como el canal ornamental o el pabellón de música.
Fátima: espiritualidad y tradición
Uno de los centros de peregrinación más importantes del mundo católico, Fátima se encuentra a unos 130 km de Lisboa, lo que la convierte en una excelente excursión de un día. Su santuario recibe a millones de visitantes al año, especialmente durante el 13 de mayo y el 13 de octubre. Aunque no seas especialmente religioso, el ambiente tranquilo y respetuoso del lugar, junto con su historia, lo convierten en un sitio interesante. Además, en los alrededores puedes visitar la impresionante Gruta da Moeda o el monasterio de Batalha.
Setúbal: marisco, delfines y naturaleza
A poco más de 45 minutos al sur de Lisboa, Setúbal combina lo mejor de la costa portuguesa con una vibrante vida local. Su puerto pesquero, su mercado, sus playas cercanas y su famosa gastronomía marinera hacen que merezca la pena el viaje. Desde aquí también puedes hacer una excursión en barco para avistar delfines en el estuario del Sado, o acercarte a la Serra da Arrábida, una zona de naturaleza protegida con playas escondidas como Galápos o Figueirinha. ¡Ideal para una escapada con sabor a mar!
Lisboa es solo el comienzo. Con un coche de alquiler, los tesoros que rodean la capital están a tu alcance. Así que… ¡arranca el motor, pon tu playlist favorita y sal a la carretera!
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