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Ibiza es mucho más que fiesta y atardeceres de ensueño, explorarla con un coche de alquiler te permitirá descubrir cada rincón a tu ritmo y sin prisas. Desde playas paradisíacas hasta pueblos con encanto, pasando por calas escondidas y excursiones inolvidables. En Record go te ofrecemos la posibilidad de reservar tu coche de alquiler en el aeropuerto de Ibiza, ubicada en las inmediaciones del aeropuerto, para comenzar tu aventura nada más aterrizar. Además, te proponemos una ruta de tres días para descubrir los rincones más emblemáticos de la isla, combinando los clásicos imprescindibles con algunos secretos menos conocidos que te dejarán sin aliento. ¿Comenzamos?
Ruta de 3 días por Ibiza en coche
Día 1: Playas salvajes y pueblos con encanto
Empieza el día en la Playa de Ses Salines, una de las más famosas de Ibiza, situada en el Parque Natural del mismo nombre. Sus aguas cristalinas y arena blanca son un espectáculo, pero lo que la hace especial es su entorno natural: dunas, pinos y la vista de los islotes de Formentera al fondo. No muy lejos, se encuentra la Torre de Ses Portes, una antigua torre de defensa desde la que disfrutarás de unas vistas panorámicas impresionantes. Después de una mañana de sol y mar, pon rumbo al pueblo de Sant Jordi de ses Salines, donde puedes hacer una parada para comer en alguno de sus restaurantes locales. Aquí puedes probar la borrida de ratjada, un guiso de raya típico de la isla.
Por la tarde, sigue explorando el sur de la isla. Visita Es Cavallet, una playa menos concurrida y perfecta para quienes buscan tranquilidad. Y si te apetece algo más especial, te recomendamos acercarte a Atlantis, una cala secreta con formaciones rocosas esculpidas por el mar y el viento, un auténtico paraíso escondido. Termina el día en Dalt Vila, la parte antigua de Ibiza ciudad, declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Recorre sus calles empedradas, descubre rincones con encanto y cena en alguno de sus restaurantes con vistas a la catedral.
Día 2: La ruta de las calas más espectaculares
Empieza el día en Cala Compte, un lugar de postal con aguas turquesas y arena fina. No te olvides de subir al Mirador de Cala Compte, desde donde tendrás una vista espectacular de los islotes de Ponent. A pocos kilómetros encontrarás Cala Salada y Cala Saladeta, dos pequeñas calas rodeadas de acantilados y bosque mediterráneo. Son perfectas para hacer snorkel, así que no olvides tu equipo. Para los más aventureros, existe un camino entre rocas que conecta ambas calas y que regala unas vistas espectaculares.
Por la tarde, continua la ruta hacia Cala Benirràs, famosa por sus atardeceres con tambores y su icónica roca conocida como “El Dedo de Dios”. Si tienes suerte y vas un domingo, podrás vivir la mítica fiesta hippie con percusión en directo. Si buscas un rincón menos conocido, acércate a Cala Xarraca, en el norte de la isla. Aquí encontrarás una cuerda colgante donde los más atrevidos se lanzan al agua desde las rocas. Termina el día cenando en el encantador pueblo de Sant Miquel de Balansat, donde puedes probar el bullit de peix, un guiso de pescado con arroz a banda.
Día 3: Excursión a Formentera, el paraíso cercano
Para cerrar esta aventura con broche de oro, da un descanso a tu coche de alquiler y coge el ferry desde el puerto de Ibiza hasta Formentera. En menos de 40 minutos estarás en este paraíso de aguas cristalinas. La primera parada es Ses Illetes, una de las mejores playas de Europa, con arena blanca y mar de colores imposibles. Recorre la zona a pie y, si tienes tiempo, alquila una bicicleta para llegar hasta Es Trucadors, un brazo de arena que divide el mar en dos.
Continúa la ruta hacia el Faro de la Mola, el punto más alto de la isla, con vistas impresionantes sobre los acantilados. Antes de llegar, merece la pena hacer una parada en El Mirador de Formentera, donde podrás ver toda la isla de un solo vistazo. Para comer, te recomendamos ir a Es Caló de Sant Agustí, un pequeño pueblo de pescadores donde probarás uno de los mejores platos de peix sec, un pescado seco típico de Formentera.
Por la tarde, visita Sa Capella, una capilla abandonada en plena naturaleza que se ha convertido en un lugar mágico y misterioso. Si te apetece un plan diferente, acércate a Cova d’en Xeroni, una cueva subterránea con formaciones rocosas sorprendentes. Al caer la tarde, regresa a Ibiza y cierra tu viaje con una cena especial en Santa Gertrudis de Fruitera, un encantador pueblo con un ambiente bohemio. Aquí puedes degustar una greixonera, un postre tradicional de la isla hecho con ensaimadas.
Gastronomía ibicenca: sabores auténticos de la isla
Si hay algo que hace aún más especial a Ibiza es su deliciosa gastronomía. Algunos de los platos que no puedes dejar de probar durante tu viaje son:
- Sofrit pagès: un guiso contundente con carne, patatas y embutidos típicos.
- Flaó: una tarta de queso con hierbabuena, perfecta como postre.
- Arroz de matanzas: un arroz caldoso con carne de cerdo y especias.
- Hierbas ibicencas: un licor digestivo que se elabora con diferentes hierbas aromáticas de la isla.
Y, por supuesto, no te olvides de probar un buen pescado fresco en alguno de los chiringuitos de la isla.
Ahora que ya tienes el itinerario, ¿a qué esperas para hacer tu reserva y empezar la aventura? 🚗
