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Almendras y azúcar. Así de sencillo es el mazapán de Toledo. Así de fácil y así de especial, porque dos ingredientes tan simples como estos dan para mucho mazapán.
Y es que no es banal elaborar Mazapán de Toledo, tiene su complicación. Se mezcla el azúcar y la almendra, se tritura bien hasta obtener una pasta, la cual se deja reposar. Se le da forma (generalmente se realizan figuritas), se pinta con clara de huevo, y al horno a 180º durante unos minutos. El resultado es exquisito.
Este postre tradicionalmente navideño ha dado origen incluso a un Consejo Regulador, el del Mazapán de Toledo. La primera referencia escrita de este producto se da en 1577, en esta ciudad, la llamada ciudad de las 3 culturas y de buenas pasteleras en los conventos.
Lo más probable es que su origen sea árabe, dado que elaboraban un dulce similar al cual llamaban “mautha-ban” con la figura de un califa. Hay otras teorías que sitúan su origen en otros lugares y otras épocas, pero teniendo en cuenta que el azúcar no llegó a Europa hasta el siglo XVI, el auténtico mazapán no pudo ser elaborado hasta entonces.
Existen otras variaciones de dulces que utilizan el mazapán como base, como los Huesos de Santo, Pan de Cádiz o els Panellets catalanes.
El día 12 de Enero se celebra el Día Internacional del Mazapán en muchos lugares del mundo como en Canadá y América Latina, donde conmemoran este delicioso día haciendo una gran fiesta, llenando las calles con música, bailes, alegría. Pero sobre todo, con este dulce exquisito que tanto gusta a los vecinos. En estos países, principalmente en Latino América, la almendra es sustituida por otros curiosos frutos secos, como cacahuetes, nueces, anacardos, etc.