Uno de los destinos que no te puedes perder si estás planeando una ruta en tu coche de alquiler por Mallorca es Valldemosa. Esta pequeña villa con aires medievales es uno de los pueblos más bonitos de la Sierra de Tramontana y cuenta con un gran pasado histórico que aumenta todavía más su atractivo, convirtiéndola en una parada realmente especial.
Ahora, puedes aprovechar las ofertas en alquiler de coches y reservar el tuyo para hacer tu ruta por la isla a tu propio ritmo. Comienza a conocer Valldemossa y Palma.
Sus calles empedradas, su rico patrimonio cultural, su gastronomía y su buen clima durante todo el año hacen de ella una visita imprescindible. Nosotros, para que no te pierdas nada, te traemos una lista de cosas de “qué ver en Valldemossa”.
Valldemossa está situado a poco más de 25 km del Aeropuerto de Mallorca, por lo que si coges tu coche de alquiler en el Aeropuerto de Palma solo tardas en llegar media hora por una carretera muy cómoda, con algunas curvas al final. Es frecuente compartir la carretera con ciclistas, así que si tienes que aminorar la marcha, aprovecha para disfrutar de las increíbles vistas de las montañas.
Cuando te vas acercando al final de la ruta, aparece la silueta de un pueblo de casas de piedra entre el que destacan la Real Cartuja, la iglesia de San Bartomeu y el Palacio del Rey Sancho, dándonos unas pistas de lo que ver en Valldemossa.
Una vez llegues, hay varias zonas habilitadas para aparcar y, cuando lo hagas, podrás empezar con tu lista de cosas que ver en Valldemossa.
Esta pequeña villa es ideal para recorrer sus calles y poder perderte sin rumbo fijo, pero, sin duda, esta es nuestra lista de cosas que ver en Valldemossa:
Al final de la Via Blanquerna encontramos la Real Cartuja. Un conjunto monumental en el que destacan El Palacio del Rey Sancho, la Iglesia (con su campanario de color verde), la biblioteca y la antigua farmacia.
En su exterior, están rodeadas por los jardines del Rey Juan Carlos, un rincón perfectamente cuidado donde podremos encontrar el busto del famoso compositor Frédérick Chopin, así como otros bustos o medallones en memoria de otros célebres residentes como Rubén Darío, Santiago Rusiñol o el archiduque Luís Salvador de Austria
Uno de los atractivos de Valldemossa es que fue elegido como lugar de retiro del prestigioso músico Chopin y la conocida escritora Goerge Sand, cuya celda nº4 ha sido convertida en un museo enteramente dedicado a ellos.
Las entradas se pueden adquirir en la misma celda y en ella se puede ver el piano original del artista.
Si eres un amante del arte tienes que visitar esta fundación situada en un céntrico edificio de Valldemossa. En ella podrás encontrar una muestra permanente de las pinturas del artista Coll Bardolet además de diversas exposiciones temporales y actividades culturales como conferencias y conciertos.
No puedes irte de Valldemossa sin hacer una parada en el patio interior de la pastelería Ca’n Molinas, la más antigua del pueblo, y probar la auténtica coca de patata, un dulce típico, acompañada de un Lacao fresquito.
Si hay algo especial en Valldemossa, son sus calles empedradas por las que dejarse llevar y que se han convertido en una “instantánea obligatoria”. Una de nuestras favoritas es la Calle Rectoría, y es que su color ocre y sus abundantes maceteros han hecho que se convierta en una parada muy instagrameable. Tampoco podemos olvidarnos de la calle Miranda del Lledoners o el Callejón de la Amargura.
Antes de irte, una de las últimas cosas que ver en Valldemossa es alguno de sus famosos miradores. Nuestros favoritos son el Mirador des Pi o cualquiera de los miradores de la urbanización George Sand.
Para ir hasta cualquiera de ellos deberás volver a coger tu coche de alquiler y, una vez allí, podrás disfrutar de unas impresionantes vistas del mar y las montañas. Sin duda un broche perfecto a la visita.